Una gota de sangre ha acabado con todo. En su lugar se alzará algo extraordinario.
Año Nuevo, Escocia. Una familia de cazadores se contagia de un virus procedente de la sangre de un faisán. Regresan a casa convertidos, sin saberlo, en transmisores de una misteriosa plaga que causará millones de víctimas a una velocidad imparable.
Mientras las personas enferman y mueren, el terror y la locura se extienden por todo el planeta. Pero entre las ruinas y el caos hay un destello de esperanza: un grupo de supervivientes en apariencia inmunes al germen emprende un viaje hacia lo desconocido. Ninguno sabe si el periplo acabará en algún momento, ni si habrá supervivientes. Lo único que saben es que algunos de ellos han desarrollado extraños poderes que tal vez puedan ayudarles a instaurar un nuevo orden.
Porque si ha llegado el final, lo siguiente es un nuevo comienzo.
Valoración
La nueva trilogía de Nora Roberts es tiene también uno de los argumentos más potentes y ambiciosos de los últimos años en cuanto a temática fantástica. Tiene un planteamiento diferente, puesto que en otras obras suyas siempre se avecinaba el caos, pero las heroínas de turno lo impedían.
En esta ocasión, el Apocalipsis ya ha llegado.
Esta primera parte la he disfrutado mucho, no ha defraudado mis expectativas porque ofrece todo lo que prometía darnos. No la calificaría como novela romántica porque no hay un romance como foco principal de la historia, aunque sí hay varios —muy— secundarios. Se trata de una distopía fantástica, pero muy bien contada.
Estamos ante lo que se llamaría un reparto coral, puesto que no hay protagonista claro. Este libro funciona como un prólogo, una presentación de la verdadera protagonista: la Elegida que da nombre a la serie y todavía no ha nacido. A ella la conocemos a través de visiones y profecías.
Sin embargo, no hace falta un protagonista de referencia para conectar y disfrutar de la historia, porque los tres frentes que se abren son interesantes y emotivos. Tampoco he echado en falta un romance de referencia porque Nora Roberts es una maestra creando relaciones personales, y en eso la novela lleva su sello personal.
Entre sus personajes se encuentran ejemplos tan diferentes como una pareja de brujos, una periodista en busca de la verdad o una madre luchadora. Algunos de ellos cuentan con poderes sobrenaturales que los convierten en seres especiales y que abarcan desde brujas, duendes y hadas hasta sus versiones oscuras tras pasarse al «reverso tenebroso de la fuerza», pero todos ellos tienen en común una misteriosa inmunidad al virus mortal.
He hablado de algunos romances secundarios y con ello quería decir que son meramente un reflejo de la supervivencia humana. No hay proceso de enamoramiento ni acercamiento previo, porque no tienen tiempo, hay casos en los que la pareja está formada o enamorada al empezar el libro, y muy pocos detalles se tienen de ellas. Pero no es problema para esta historia, porque el libro no va sobre ellos, trata sobre relaciones humanas, compañerismo y la tolerancia de aceptar lo diferente. Sin ello somos vulnerables a la maldad.
Pero sí intuyo que habrá un romance en los siguientes libros para la Elegida, e imagino con quién.
Asumiendo que todavía no tenemos una protagonista, y que los personajes son más bien secundarios en la trama, todos me han encantado. La autora ha necesitado bien poco para conseguir que nos encariñemos con ellos; sin la bondad y la ternura de Fred o Eddie, la historia no sería la misma.
Lo que aquí tenemos es una distopía fantástica llena de emoción, acción, ternura, tensión, un poco de amor y mucho dinamismo y adrenalina. De entre sus trilogías sobrenaturales es uno de los mejores inicios de que he leído y al final deja con ganas de conocer el resto.